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¿Qué vamos a hacer?

Luchando para eliminar la #pobrezaenergetica

El artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que “toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar y, en especial, la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios”, este desarrollo da amparo a la protección de situaciones de vulnerabilidad energética y acceso a suministros básicos como el agua o un medio ambiente saludable.

Al mismo tiempo nos hemos encontrado con una situación excepcional a nivel sanitario con la aparición de una pandemia global a causa del Coronavirus. Este factor ha provocado además de graves consecuencias para la salud y la necesidad de protección sanitaria de las personas, una notable alteración de los procesos de producción, consumo y regeneración ecológica. Hemos llegado a un momento de la historia en el que urge poner en el centro nuestra situación de inter-dependencia y eco-dependencia, siendo ésta es condición sine qua non de nuestra propia existencia y del disfrute de derechos fundamentales. 

Firmamos con EPRESA – empresa municipal distribuidora de energía eléctrica en el mercado libre de #PuertoReal – el programa “#JusticiaClimática: la #PobrezaEnergética desde la perspectiva de los #DerechosHumanos” que a través de las estrategias de difusión, sensibilización y promoción de iniciativas concretas de transformación nos permitirá poner en marcha durante 12 meses diversas actividades con los siguientes objetivos:

 

  • Fortalecer los valores de respeto y defensa de los DDHH en relación con la protección del medio ambiente y sostenibilidad para las generaciones presentes y futuras.

  • Combatir la pobreza energética, promoviendo estrategias de uso eficiente de la energía, vinculadas a su vez a la protección del medio ambiente y la reducción de la contaminación derivada del consumo de energías fósiles.

  • Promover modelos de transición energética basados en energías limpias y renovables, facilitando el acceso a información relativa a las distintas alternativas existentes a disposición de la ciudadanía en general, pero con especial énfasis en hogares con una situación socioeconómica deprimida y que puedan beneficiarse de ventajas económicas y energéticas.

  • Poner en valor la Declaración Universal de Derechos Humanos como instrumento para la mejora de acceso a recursos básicos para el sostenimiento de la vida, considerando prioritaria la implantación de procesos de transición medioambiental y energética, velando por que las acciones de protección medioambiental no acentúen, sino que disminuyan las situaciones de vulnerabilidad energética y social de la población.

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